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bienvenidos, a este blog cursi y berreta, les explico, que yo ahora, les voy a contar que si ustedes leyeron esto es porque son lo suficientemente cursis y raros., pero no se preocupen, porque les tengo la magica solucion...
http://Hoomeecomiing.blogspot.com ahi se curan todo (: graciias ^^

sábado, 3 de julio de 2010


Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.

Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.

lunes, 13 de abril de 2009

Este es el capitulo numero 7... Sigan leyendo ^^


Sorpresa

Me quede mirando los Simpson por fox, hasta quedarme dormida. Cuando desperté me di cuenta de que ya eran las 2:15 am. Me pregunte si mi madre había regresado, pero cuando subí a su habitación para ver si estaba… pero ella no estaba.
Me preocupe y lo primero que hice fue llamarla a su celular pero para mi sorpresa, ella dejo su teléfono sobre la mesa.
Eran las 4:31 am ya habían pasado mas de dos horas, Escuche un auto que freno y me pregunte a mi misma si mi madre había salido en su auto. No lo podía creer mi madre, no había salido precisamente a su paseo nocturno. Si no que había salido con un “alguien”
- ¡Valla hora de llegar! –Dije preocupada y molesta
- ¿ahora tú eres mi madre?
- No pero…te fuiste a las 20:30 hs y ya son las 4:35 am –habían pasado exactamente 4 minutos desde que llego.
- y… ¿desde cuando tienes tan buena memoria?
- Pues, no la tengo. Pero a las 20:30 empiezan los Simpson, y es por eso que me acuerdo.
- ¿a caso no puedo salir?
- No –dije muy sincera y furiosa.
- Dani. El es una buena persona, y tiene tres hijas maravillosas y aunque no lo creas, me propuso matrimonio y dije que si. –cruzó los brazos, parecía que no iba a cambiar de opinión.

Las palabras eran como balas en el pecho. Mi subconsciente repitió ¿Hijas? ¿Tres? ¿Matrimonio? ¿Ahora? ¿Dijiste que si? Quería preguntarle de todo, pero lo único que pude decir fueron unas palabras que la hicieron sentir mal.

- ¿Estas loca? Tiene tres hijas, ¿encima te vas a casar? ¿Acaso perdiste la razón? Yo siempre te apoyo y lo sabes, ¡pero hoy no! Es lo peor que has hecho y no creo poder perdonarte. –Subí furiosa y llena de culpa hacia mi habitación, me cubrí la cara con una almohada y las lágrimas no dudaron en salir.

Mis lágrimas parecían cataratas que caían por mis ojos. Dicen que los ojos son las ventanas del alma, las mías parecían las ventanas del infierno. ¡Valla Sorpresa! Tres hermanastras, un padrastro y una boda. ¿Hay algo peor?

Mi madre me había traicionado, me da un padrastro que ni conozco, tres locas hermanastras que ni se como se llaman y lo peor de todo una boda ¿una boda ahora? ¿A quien se le ocurre? Y si, solo a mi loca madre se le puede ocurrir eso. ¿Qué paso con eso de “Mejor sola que mal acompañada”? ¿A caso ya no significa nada?

Al otro día nada mas podía salir peor, ecepto la escuela. Este es uno de esos días en los que voto a favor del suicidio y la masacre.
Entre a la escuela y para que el día estuviera aun peor, tropecé.
Mas tarde hice las audiciones en la clase de teatro. Lo malo fue que mi audición salio espantosa así que tendré que intentarlo mañana. Fui a la cafetería y me encontré con Nadia y Jeniffer; salude a Nadia y me fui a sentarme en una mesa libre. Antes de poder sentarme resbale y tire toda la comida al suelo, se escucharon carcajadas y se escucharon aun mas fuerte cuando me tuve que poner a limpiar el desastre que había hecho. Mientras Jeniffer se reía como la bruja que es. Nadia se agacho para ayudarme, ahí es donde me daba cuenta de quienes son mis verdaderos amigos, hice una buena elección al querer a Nadia como mi mejor y única amiga.
Cuando termine de limpiar fui a la clase del señor Scott. Cuando entre me sorprendió el silencio que había en el aula. Mi cabeza no dejo de pensar en “Lección escrita” “Lección escrita” Entregue la hoja casi en blanco y me fui con Nadia, le propuse acompañarla hasta la casa, pero me había olvidado que no tenia auto. Todo me había salido mal. Fue el peor día de mi vida. No solo de mi vida, si no de la historia.
Llegue a mi casa y ahí estaba la peor sorpresa del mundo, fue peor que recibir una bala e incluso ser atacado por los nazis.
Era el, mi futuro padrastro, vestía un traje y unos zapatos de cuero negro. Tenia los ojos color cafés, el pelo corto y en su sonrisa había algo raro, si era comida entre los dientes, lo que pensé, de poca higiene. Pero parecía buena persona.
Lo que me llamo la atención fueron tres chicas de mi edad, que me miraban fijamente. Una de ellas era rubia pero de ojos cafés, la otra era alta y tenía el pelo más lacio que yo e incluso tenia unos ojos verdes bien claros, la última era mediana, su pelo era algo dorado, le caía hasta la cintura y en las puntas tenia pequeños tirabuzones.
El se presento de forma cortes y formalmente diciendo:
- Hola soy Gustav, tu debes ser Daniela. Mejor dicho Dani. Es un placer conocerte
- Hola, para ti Daniela, y para mi es un horror conocerte.
- No te preocupes, cuando te adaptes a mi seguro te voy a agradar
- Ni en tus sueños
- Cuenta con eso –dijo riéndose un poco. La chica rubia me miro de reojo y me dijo:
- Hola, Soy Mary, espero que nos llevemos bien.
- Si, claro, como digas –le preste muy poca atención a lo que me había dicho, ya que me importaba muy poco.
- Hola soy Elisa –dijo con voz suave y dulce.
- Si, aja
- Hola soy Victoria, no espero que nos llevemos bien, y te detesto tanto como tu me detestas a mi, odio este maldito matrimonio y ojala seas alérgica a los gatos
- ¿gatos? –mire a mi madre que nunca en su vida ni en la mía me había dejado tener ni traer una mascota.
- Si, es de Victoria lo tienes desde los 6 años, no podía decirle que no. –dijo mi madre algo extraña.
- Claro a ellas si les dejas tener y traer mascotas pero a mi no, jamás me dejaste tener animales. ¡Que Bien! ¡Perfecto! Ya veo que tienes nuevas favoritas.
- Dani no digas eso, sabes que siempre serás mi favorita, eres mi hija y te adoro.
- Si, claro. –dije tan furiosa que casi mato a alguien.
- Dani, no hagas una escena.
- No es ninguna escena, es real, no quiero que me consueles ni nada, solo quiero que ellas 3 y el se vallan ya mismo.
- Dani. No voy a hacer lo que tu quieres
- Deberías hacerlo, porque yo siempre lo hago por ti. Eres la peor madre de todas. ¡jamás piensas en lo que yo siento, ni lo que me pasa! ¿aluna vez te sentaste a preguntarme como estuvo mi día? O preguntarme ¿si me gusta la idea de tu matrimonio con este tipo?
- Dani. Lo siento, pero… voy a casarme y no quiero que arruines este momento de felicidad.
- ¡Tu estas arruinando mi vida! Bue… ya la arruinaste, con este tipo y estas 3
- ¡Cállate dani! –dijo furiosa.
- Eres una bruja, te odio con todo el odio del mundo.
- ¡ya basta!
- Uhhhh, ¡me voy! Así no tendré que verte.
- Pues vete.


Me fui corriendo hacia mi cuarto y me puse a llorar y gritar por dentro. No lo podía creer, mi propia madre, no le importo lo que le había dicho. Eso me hizo enfurecer aun más.
Me quede completamente dormida. Cuando desperté baje a la cocina por el desayuno, pero mi madre no estaba y el desayuno tampoco.
Ni si quiera una nota. Se había ido, a donde no se, con su futuro marido, tal vez, mi madre me odiaba y yo a ella, me prepare unos cereales con leche y me fui al taller a retirar mi auto. Me fui contenta a la escuela y al llegar estaban todos mis pequeños amigos reunidos.
- Hola chicos ¿Cómo están?
- Hola Dani. –Dijo carla y Hernán al mismo tiempo.
- Hola Dani, ¿Cómo has estado? –dijo Nadia con voz alegre.
- Pues no muy bien, ayer fue un día fatal, espero no volver a repetirlo.
- ¿Qué paso? ¿paso algo en tu casa o acá en la escuela? –dijo Nico muy preocupado.
- En ambas.
- Alerta, alerta, ¡Cuéntame todo! –dijo Carla muy curiosa. Como si se lo fuera contar a toda la escuela.
- Pues… mi madre va a casarse con un tipo que tiene 3 hijas, un tal… Gustav.
- ¡Mi madre se caso 7 veces! Y por eso tengo 5 hermanastros y una hermanastra y conmigo somos 7. dijo Nadia.
- Créeme no es nada del otro mundo –dijo Facu
- Si, nuestros padres están separados y nuestra madre vive en España, y como estamos tan lejos, nos turnamos, un año con nuestro padre y otro con nuestra madre y así sucesivamente –Dijo Nico, con voz graciosa.
- Si, y además al menos tendrás compañía, jaja –dijo Esteban
- Cállate, no es nada gracioso –dije algo enojada.
- No te enojes Dani, te acostumbraras, como yo y mis 7 padrastros y 6 hermanastros.
- Si, al menos eso creo. –Me fui para la clase de teatro, para intentar poder pasar mi prueba.

sábado, 11 de abril de 2009


¿Mi amiga o mi enemiga?

Cuando llegue al colegio vi a mi mejor amiga Nadia saludándome desde la entrada. ¿Qué hacia ella aquí? ¿Vino a visitarme al colegio? No sabia que pensar, hasta que se acerco y me saludo cordialmente.
- Hola Dani
- Hola ¿Qué haces tu aquí?
- Pues…me acabo de cambiar de colegio.
- ¿enserio? ¿de verdad?
- Si, mira estoy en tu escuela, hablando contigo y apunto de que suene la campana.
- Oh cierto, será mejor que vallamos.

Entramos a la clase de geografía, el señor Scott saludo a Nadia y le indico un asiento vacío. Me senté al lado de Nico, lo mire con cara de pocos amigos y me dijo:
- ¿acaso te hice algo? –dijo algo preocupado.
- No
- ¿Entonces?… ¿Por qué me miras de esa manera?
- Cállate o nos llamaran la atención
- Ok, yo me callo pero tu eres alguien difícil de comprender, ¿entiendes?
- Si, y no me interesa lo que tu opines.
- Cállate catrasca o nos llamaran la atención. –lo ignore por completo y de repente vi a una chica rubia, de ojos verdes, pelo enrulado y que vestía una falda muy corta de color rosa y una musculosa escotada de color blanca. Me dieron escalofríos y de golpe vi a Nico que la miraba con deseos de comérsela.

Entro y saludo al señor Scott, ¡Buenos días señorita Jennifer!
- ¿Jennifer?
- Si, ¿no crees que es hermosa?
- Pues…si, pero…
- ¡Lo sabia! Sabía que te iba a caer bien.
- ¿la conoces?
- Si, es mi novia –mi corazón se detuvo por un momento y se me pusieron los pelos de punta. Mire a Nico y luego mire a su novia que se acercaba lentamente hacia el.
- Hola Niki –dijo con voz dulce.
- Hola hermosa, ¿Cómo has estado?
- De maravilla y con muchas ganas de verte.
- ¡señor y señorita! ¿tendrán para mucho más? –me reí para dentro al ver que los habían retado.
- No, discúlpeme señor Scott, no fue mi intención interrumpir su clase.
- Entonces siéntense atrás del señor Nicolás y Daniela – el señor Scott se ve que estaba muy enojado. Pero… ¿atrás nuestro? ¿justo atrás nuestro? ¿Por qué no le dijo a Nadia que se sentara atrás nuestro? ¿Por qué justo Jennifer?

Jennifer se sentó y me saludo a mi también, no tuve intención de saludarla así que no lo hice. Cuando termino la clase, fui a la cafetería, por algo de comer. El menú del día eran hamburguesas.
Me senté en la mesa con Nadia y Facu, de repente se sentó Nico y al lado suyo su “noviecita” Jennifer.
- Hola, soy Jennifer, por supuesto que Facu y principalmente Nico me conocen
- Soy Nadia
- ¿y tú? –pregunto Jeniffer.
- Daniela –dije con muy poco interés.
- Ok, ¿te parece si te digo Danu?
- Ni entes sueños – le conteste furiosa
- Ah, ¿Cómo quieres que te llame?
- Para ti Daniela, para mis amigos Dani
- ¿no crees que podamos ser amigas?
- ¿tú y yo? No lo creo –Nico me miro con cara de pocos amigos y me regalo una sonrisa llena de odio.
- Que lastima Nico me dijo que eras muy buena, ahora creo que se equivoco
- No es eso, lo que pasa es que Dani es muy celosa –dijo Nico algo silencioso.
- ¿yo celosa? Tú entras a mi cuarto y me molestas todo el día y para que quede mas claro, ¿me dices que me quieres? ¡Y al otro día apareces con tu “noviecita”! –ya había perdido toda la calma, mi paz interior había desaparecido por completo. mis dientes chirriaban y no puede controlarlo mas, estaba súper enojada.
- Dani, ya cállate no sirve de nada lo que haces –dijo Nico tratándome de tranquilizarme.
- Tu deberías callarte eres el peor amigo de todo el mundo, ¿y sabes que mas?
- ¿Qué? –dijo casi gritándome.
- ¡Te odio! –lo dije con tanta fuerza y tanta ira que todo el colegio había puesto los ojos en nuestra discusión. – ¡así que me voy! –Salí disparada de la cafetería y me fui para la dirección.

Pedí al director que llamara a mi casa porque me sentía mal, mi madre vino lo más rápido posible y me llevo de vuelta a casa.
- ¿Qué paso Dani?
- Nada, una simple pelea con el estupido de Nicolás.
- ¿enserio? –dijo preocupada
- Si, se comporta como un nene de 2 años, y eso me pone los pelos de punta
- Pues…que mal ¿no crees?
- No
- Vamos Dani, se sincera tu a Nico lo quieres ¿si o no?
- No
- Eso es mentira, ya sabes que a veces el amor duele.
- No, yo me refiero a que no lo quiero, si no que lo amo y el amor no duele… mata
- Eso es ridículo, no tienes ni idea de lo que dices –dijo mi madre preocupada y sorprendida.
- Si que la tengo, y se que el es un idiota, que no valora a las personas que tiene a su alrededor.
- Eso no es cierto –dijo elevando la voz y con tono furioso
- ¿y por que lo defiendes tanto? ¿eh?
- Porque el es un buen chico, y además te quiere y te valora mucho.
- Si es verdad, ¿Por qué no lo demuestra?
- Porque a veces el verdadero amor es ciego
- Si, claro. Amor ciego ¿Dónde se ha visto?
- En muchos lados, en películas, novelas, vida real
- Te creo en lo de las novelas y películas pero… ¿vida real? Eso no te lo creo
- Pues lo que te digo es muy cierto, me pasó a mí con tu padre.
- ¿con papa?
- Si, yo estaba enamorada de el pero…el solo era mi amigo, un día el se enamoro de una chica y luego cuando se peleo se dio cuenta de que no había persona mas importante que yo, y que no quería estar con nadie mas que conmigo.
- Nunca conocerás la verdadera felicidad hasta que hayas conocido el amor. Y nunca comprenderás el verdadero dolor, hasta que lo hayas perdido.
- Muy bonita frase Dani, pero lo que yo te digo que el amor ciego existe.
- Esta bien, di lo que quieras, pero eso no me va a pasar
- Di lo que quieras, pero yo tengo razón.
- Ok, como digas, pero yo tengo razón –dije en voz baja

Cuando llegamos a casa subí al cuarto donde guardo mis instrumentos, (las guitarras, la batería, el piano, etc.) comencé a tocar en el piano la canción de My Inmortal de Evanesence, como estaba tan inspirada la comencé a cantar, desde abajo mi madre la tarareaba y me felicitaba mientras subía las escaleras para escuchar la melodía. Me salio tan bien que mi madre me comenzó a aplaudir cuando termine.
- cantas hermoso Dani, y no lo digo por ser tu madre, lo digo como si fuera una profesora de canto o teatro.
- Gracias, me hace bien tocar de vez en cuando, me relaja.
- Tendrías que ir a un concurso de talentos.
- Olvídalo, ¿yo frente todas esas personas? No, no olvídalo.
- Pero seguro ganarías. Tienes una voz maravillosa. De verdad, eso es un talento maravilloso.
- ¿Talento? Eso es ridículo. –dije haciendo una cara de asombro.
- Di lo que quieras, pero es cierto.
- Me voy, tengo mucha ropa que lavar, en especial la tuya.
- De acuerdo, seguiré tocando.
- Me alegro y te digo que es cierto –dijo mientras cerraba la puerta.

Nico toco la puerta del balcón, pero deje que se quedara afuera, logro abrir la puerta y me dijo:
- Perdón, nunca quise tratarte así, ¿me puedes perdonar?
- Si, pero tendrás que pedir perdón de rodillas.
- De acuerdo, Daniela Medina, ¿tendrías el honor de perdonarme?
- Desde luego que si. Después de todo, eres mi amigo.
- Gracias dani, pero debo decir que fue humillante lo de arrodillarme
- Jaja, te lo mereces. Pero no tanto. Vete descansa y sueña conmigo.
- De acuerdo soñare que te estoy tirando de un quinto piso.
- ¡Mejor sueña con tu hermano!
- De ya Vuh
- Jaja, si
- Adiós, descansa.
- Tu también, y nos vemos mañana - Me saludo con un beso en la mejilla y se fue.


Mientras Nico bajaba por el balcón, yo seguí tocando. Al día siguiente tenia clase de teatro. Prepare la mochila antes de irme a dormir, para que no me faltara nada y me dormí profundamente.
Comencé a soñar que estaba en un hospital y que me veía a mi misma, que estaba muerta y que al lado mío había una persona de ojos grandes que estaban cubiertos por ojeras y eran de color rojo oscuro, llenos de maldad, horror, odio, etc. Me daba mucho miedo mirarlo así que esquive su mirada. Pero me siguió mirando de forma asesina y acusadora.
Me mire a mi misma y vi el mismísimo rostro de la muerte. Desperté sobresaltada y gritando. Me di cuenta de que no tenía clases ya que era feriado.
Hice mi rutina del día, común normal, sin nada que me distrajera. Ya era de noche, comí con mi madre y todo salio perfecto, la ayude a lavar los platos y luego los guarde.
Mi madre me saludo y se fue a su paseo nocturno.

jueves, 9 de abril de 2009


Esas palabras me queman



- ¿Yo? ¿Tu chica?
- Bueno, no exactamente “mi chica” pero…
- ¿pero? –dije tan ansiosa que parecía que lo amenazaba para que me lo digiera.
- Te debo unas enormes gracias. Por eso eres mi chica, pues… eres la chica que…
- ¿Qué? –dije ansiosa y preocupada.
- Que me ayudo.
- ¿ayudarte? ¿a que? Espera… ¿en que momento te ayude?
- Gracias a ti conquiste a una chica –alerta, alerta mátalo, sácalo de tu casa, tiralo por el balcón, asesínalo, pegale un tropada. Mi cabeza no paro de pensar en esas cosas que quería en ese momento. De no ser por mi mama que interrumpió la conversación, lo hubiese hecho.
- Hola Nico… ¿Como estas? ¿Por donde entraste?
- Hola Stella. Gracias estoy bien, ¡entre por el balcón!, espero que no le moleste
- Desde luego que no. ¿interrumpí algo?
- Si, de hecho estaba a punto de romperle la cara de una trompada a Nico. –dije furiosa y con tanta sinceridad que logre que Nicolás y mi madre se fueran.


Cuando por fin se fueron me quede pensando en esa chica, esa a la que había conquistado, mi ataque de celos fue terrible, estaba pensando en disculparme con Nico pero cuando recordaba esa conversación se me ponían los pelos de punta.
Comencé a tararear mi nueva canción y luego empecé a cantarla. Cuándo termine de cantarla empecé a tararear la canción de innocence de Avril Lavigne.
Que me recordó una canción de Kelly Clarkson- Because Of You. (Debido a ti).
Comencé a llorar de la nada y una voz desde el balcón me dijo:

- No debes derrochar lagrimas, son muy necesarias en estos días –Me seque las lagrimas y lo deje pasar.
- ¿y ahora que quieres?
- Nada, lo que pasa es que me olvide de decirte que…
- ¿Qué? ¿algo sobre tu nueva novia? Si es eso, no tengo ganas de hablar.
- No solo quería decirte que tienes una maravillosa voz. –dijo orgulloso y con gran entonación.
- Gracias eres muy dulce –dije con voz tierna. ¡Excepto lo de tu novia! –dije furiosa.
- Ok no te enojes, y apropósito te ves muy linda, ¡My Girl!
- ¿ahora soy tu chica? –cuando todo termine le daré una trompada en el medio de la cara.
- Siempre lo serás –al decirlo tan feliz hizo que sus mejillas quedaran rojas, tan rojas que parecía que se quemaba por dentro.
- ¡hay veces que no se que pensar de ti! –lo abrase de una manera que jamás lo hubiese hecho....pero no quería que se fuera de mis brazos. Era demasiado hermoso para dejarlo ir
- Pues…puedes pensar que soy encantador, iluminador, perfecto, pero…nadie será tan hermoso y perfecto como tu. –me quede petrificada al oír esas palabras. Me dieron ganas de partirle la boca de un beso. Pero las ganas de respirar me ganaron. Cuando logre respirar le pregunte:
- ¿puedo darte algo?
- Siempre puedes, mientras ¡no sea una paliza o una terrible cachetada!
- Entonces… ¿te puedo dar un beso?
- ¡Hay veces que no se que decir!
- En este caso… ¿me puedes decir que si?
- Perdona Dani, de verdad quiero que me perdones pero ahora tengo novia, si me lo hubieses pedido antes… ¡te lo hubiese dado!
- No te preocupes. –lo solté de mis brazos dejándolo ir.
- Pero ¿puedo decirte algo yo?
- Si, ¿Qué? –dije tan decepcionada que mis voz se quebró al hablar.
- Siempre te voy a querer aunque seas la numero 2
- ¿y quien es la numero uno? ¿tu novia?
- Dani, no te enojes ¿si? Pero es mi vida y yo decidí estar con ella y yo la amo. – esa frase “y yo la amo” fue como si me hubiesen apuñalado por la espalda dejándome tirada en el piso sin poder hacer absolutamente nada. Sin darme cuenta empezaron a caer lágrimas de mis ojos, esas lágrimas eran como si me estuvieran pasando una navaja por la cara.
- ¿de verdad la amas? –ya no podía ni respirar las palabras me quemaban la garganta, me ardía tanto que ni podía respirar.
- ¿Dani? ¿estas bien?
- Si, solo que…nada, olvídalo.
- ¿segura? ¿Por qué lloras?
- Por…por nada.
- Dani, te quiero y lo sabes, pero eres mi amiga y nada más.
- ¡Solo tu amiga! Lo se. No es por eso que lloro si no porque estoy feliz por ti, y porque tengo una pestaña en el ojo –mi mentira funciono. ¡Haci que no soy tan mala mintiendo!
- A ver, déjame ver tu ojo –dijo con cuidado y delicadeza. Me observo por unos segundos y dijo:
- No tienes nada, ¿estabas mintiendo?
- No, de verdad tengo una pestaña en el ojo –me arranque una pestaña y sin que se diera cuenta me la coloque en el ojo. Fue tanto la molestia que me la saque. ¡te dije que tenía una pestaña! ¡mira! ¿la vez? ¿la vez?
- Si, de acuerdo, te creo. Me voy Dani. ¡No te metas en problemas! ¿ok?
- Si, si
- Me voy Dani. ¡Duerme Bien! Sueña conmigo…ajaja
- De acuerdo soñare que te estoy tirando por un quinto piso, ¿Qué te parece?
- ¡Mejor sueña con mi hermano! -dijo como si fuera una orden.
- Te veré mañana en la escuela.
- Adiós Nico.


Se despidió y se fue por el balcón. Mire como bajaba y lo saludo con la mano.
Me senté en el borde de la cama y trate de hacer mi sueño realidad, en el cual yo lo tiro de un quinto piso.
Cuando abrí los ojos ya era otro día, lo raro era que estaba lloviendo como jamás había llovido. Era un da horrible, nublado, húmedo y frío.
¡Que horror! Ahora tendré que sacar la ropa de invierno.

- ¡Buenos días Dani! -dijo mi madre mientras habría las ventanas del balcón.
- ¿Buenos días? Ma…esta lloviendo, es horrible
- Antes te gustaban los días de lluvia, apropósito llamaron de tu escuela, hoy no tienes clases. Haci que puedes dormir un rato más. Descansa, lo necesitas.

No hice caso a lo que me decía, pero agarre mi libro favorito y lo comencé a leer.

- Dani, ¿Cuántas veces has leído ese libro?
- No lo se, pero es hermoso
- “el amor en los tiempos del cólera” ¿acaso es tan bueno?
- Si
- A ver, cuéntame de que se trata
Pues…comienza con la muerte de Jeremiah de Saint-Amour, un emigrante haitiano amigo del doctor Juvenal Urbino, uno de los protagonistas de la historia. El fallecimiento de su amigo causa en el doctor Urbino un fuerte sentimiento de que su muerte se aproxima, como una premonición. La evoca el mismo día de su trágico final, recordando el día de su niñez en que su padre le recuerda que llegado a cierta edad, al morir, ni sus hijos lo iban a recordar con la edad de su muerte.
Su esposa, Fermina Daza, fue su acompañante incondicional durante unos 50 años de un matrimonio transformado por la paciencia de vivir juntos tantos años, pues Fermina se casó con Juvenal llena de dudas. Después de la muerte del doctor Urbino en un episodio caracterizado por el estilo literario de Gabriel García Márquez, se presenta ante la viuda Florentino Ariza, un hombre enamorado de Fermina desde hacía cincuenta años, cuando él era joven y ella solo una niña que iba al colegio.
Ambos entablan una relación puramente escrita, que luego se ve truncada por el padre de Fermina, quien al descubrir el romance en que su hija se veía envuelta hace que emprenda un largo viaje de "olvido" hacia la casa de unos parientes en otro pueblo. Pero aún así, y gracias al telégrafo, los jóvenes logran mantenerse en contacto. Al pasar el tiempo y los años, su padre decide que ha llegado el momento del regreso, y es cuando Fermina al regresar y caminando por las calles de su pueblo se encuentra con Florentino; descubre que en realidad no era el hombre idealizado por ella en sus cartas de amor, por lo que lo rechaza y al tiempo conoce a Juvenal Urbino y se casa con él.
Florentino Ariza, al borde del suicidio, es enviado por su madre a viajar y en ese viaje descubre su sexualidad, que procuraba mantener intacta guardando su virginidad para Fermina, por lo que a partir de ese momento empieza a tener aventuras con incontables y distintas mujeres, pero sin lograr olvidar a Fermina.
El tiempo pasa, y los sorprende siendo ancianos. Al morir Urbino, Florentino se presenta en la casa de Fermina para declararle su amor incondicional. Comienza a surgir entre ellos una amistad renovada y madura, hasta que Florentino invita a Fermina a un viaje en barco, donde deciden pasar el resto de sus vidas.

- ¿No crees que es muy largo?
- ¿lo que dije? ¿O el libro?
- Ambas
- No es cierto Harry Potter es mas largo, bueno yo me leí toda la saga incluso la saga de crepúsculo tiene libros grandes, y ami me encantan los libros grandes, y acuérdate que eh leído Romeo y Julieta. Ese es otro de mis favoritos. Deberías leerlos.
- Olvídalo Dani, jamás me veras leyendo algo así de grande y complicado y menos de otra época y nada relacionado con vampiros y magia. Jamás puedo entenderlos. Prefiero El Principito, Caperucita Roja o Blancanieves.
- ¿No crees que son algo infantiles? –dije asombrada por su respuesta.
- No, de hecho tú los leías siempre.
- Si cuando tenia 7 años
- ¿y?
- Y que ya tengo 18 ¿te acuerdas? 18 años. Eso significa que ya estoy grande para esos libros.
- Eso dices ahora, pero cuando tengas…
- No menciones esa palabra
- ¿hijos?
- Si, esa. – detestaba que mi madre pensara en mi futuro, odia que me digiera que iba a tener hijos, a casarme y todas esa cosas cursis que las madres suelen decir a menudo.
- Pero tarde temprano lo tendrás. Eso no lo puedes evitar.
- Claro que puedo.
- Dani, ya cállate
- De acuerdo, pero debes prometer que no planearas mas mi futuro. ¿ok?
- Ok, me voy a la cocina.
- ¡Esta bien!


Se fue y seguí leyendo mi apasionado libro, mi madre tenía razón, ya había leído demasiado ese libro, debía comprarme otro.
Salí con la lluvia hacia la librería, pensé en un libro bueno que no tenga, pero era inútil, tenía demasiados. Cuando llegue a la librería mire a la vendedora y le pregunte por un libro romántico o algo por el estilo.
Pero solo me mostró un libro que ya tenia “El fuego y las cenizas”
Mire toda la librería y por fin vi un libro que me llamo la atención.
Se llamaba “sueño contigo” de
KLEYPAS, LISA. Y otro que se llamaba “El príncipe de mis sueños”, atrás de ese había uno de London, Julia “El seductor seducido”
Los tres libros me interesaban así que los compre a los tres, me salieron algo caros, pero los compre.
Empecé leyendo el de London Julia
Leí lo bastante para hacer un resumen del libro se trataba de que ellos eran amigos inseparables. En los círculos aristócratas de Londres les conocían como los libertinos de Regent Street. Pero la muerte de uno de ellos, Phillip Rothenbow, cambió sus vidas para siempre. Adrian Spence, lord Albright, buscó la paz hasta hallarla en brazos de lady Lilliana Dashell en Un caballero peligroso. Pero ¿qué hicieron el resto? ¿Qué fue de Julián Dane, el eterno compañero de fiestas de Phillip? Julián es el apuesto e irresistible seductor por el que todas las damas de la alta sociedad londinense suspiran. Ni siquiera la tremenda muerte de Phillip ha empañado la atracción que las mujeres sienten hacia él. Julián sabe que podría casarse con cualquiera de ellas, la que él escogiese. Pero su corazón, tan esquivo hasta ahora, está empezando a ser tentado por la única mujer que nunca podrá poseer: Claudia Whitney, la joven que ya conquistó las atenciones de Phillip. ¿Cómo podría Julián seducir a la admiradora de su amigo muerto?

No podía creerlo pero ya había leído la mitad del libro. A la media noche sin darme cuenta lo había terminado.
Al otro día me levante y comencé el día leyendo “Sueño contigo” de Lisa Kleypas.
Fui al baño, me lave los dientes, y baje a la cocina por el desayuno.
Comí unos “Fast food” y salí para la escuela. Antes de subir al volvo me cruce con Nico, lo mire a el y a su hermano Facu, los salude y me fui.

miércoles, 8 de abril de 2009


La cena:

- Te lo dije, te dije que llegaría a casa vivita y coleando.
- Lo se, pero sabes que me preocupo por ti.
- Lo se, lo se, ¿y sabes algo?
- ¿Qué? ¿de que me perdí?
- Bueno… te perdiste de un horrendo funeral.
- ¿Funeral? –dijo sorprendida
- Si, como oíste… F-U-N-E-R-A-L.
- ¿Quién es el muerto? –dijo algo divertida por lo que le había dicho.
- La profesora de gimnasia. Banner Elsa. Y eso no es todo: El director vendrá a casa – antes de que terminara la frase me dijo:
- Ya es el primer día ¿Y a ahora en que líos te me tiste? –dijo algo enfadada
- En ninguno… por ahora –dije en voz baja cosa de que ella no escuchara pero creo que si lo hizo.
- ¿Y entonces que?
- ¿Te acuerdas de mi padrino? ¿Mi padrino Tom? ¿Tom Mcgonaal?
- ¿Pues si como no me voy a olvidar?
- Exactamente, el resulta ser ¡mi director!
- ¿Tu director? –dijo riendo a carcajadas
- Si, ¿que es lo gracioso?
- Nada solo que…me quede pensando las veces que entrare a la oficina de tu padrino. –entendí lo que quiso decir.
- No. Este año tratare de no meterme en problemas. Te lo prometo
- Dani me alegra que digas eso pero…ni tu te crees ese verso. ¿sabes cuantas veces iba a firmar inconductas tuyas?
- ¿5?
- ¿5? ¿No crees que es muy poco? –dijo diviertendose conmigo.
- Entonces… ¿tú dime cuantas?
- 28 veces por semana. Eres una persona que no puede estar quieta sin hacer ninguna macana.


Estaba apunto de contestarle en eso sonó el timbre de la puerta. Sabía quien era así que no abrí y deje que mi mama abriera la puerta por mí, a pesar de que yo estaba al lado de la puerta.
Salí corriendo para mi habitación, donde cerré la puerta y puse la música de mi I Pod a todo lo que da.
Puse en la puerta de mi habitación un cartel que dice Warning: peligro no se acerque al menos que tengo un número de emergencias cerca.
Puse otro cartel que decía: Silencio no acepto quejas de nadie menos cuando duermo.
Cerré con mi llave y me tire en mi cama, agarre todos mis almohadones de colores, me tape con el acolchado y empecé a tararear la canción que estaba escuchando de fergie “Big girl, don’t cry” (las chicas grandes no lloran). Y a pesar de que la música estaba a todo lo que da, se escuchaba la vos de Tom, que hablaba con mi mama. Me saque los auriculares y baje las escaleras.
Trate de iniciar una conversación que no fuera de la escuela, pero la que había iniciado ya la conversación era mi madre.

- ¿Qué tal Dani en la escuela?
- ¡Muy bien!, me sorprende que todavía no halla quemado la escuela –dijo con un tono burlón.
- Si, pero no te preocupes por eso…, la quemare la próxima semana –dije con toda sinceridad.
- ¿así? ¿Quién va ayudarte? –dijo curioso
- ¡Mis vecinos! –me apresure a decir
- ¡No metas a nadie en tus locuras! ¿entendiste? –mi madre ya estaba retándome, y parecía que se divertía mientras lo hacia.
- No te preocupes, capaz que lo deje para el próximo año, ¡así tendré la oportunidad de saber quien se tendría que quedar dentro de la escuela y quien no!
- Daniela, ¿Por favor? Tú no matarías ni una mosca. –dijo Tom preocupado por lo que había dicho.
- Tu no sabes nada, si no pregúntale a mi mama, ¡ella sabe que lo haría!
- Si lo haces te castigo, te C-A-S-T-I-G-O. ¿Ok? –dijo deletreando la palabra castigo.
- Esta bien, no lo voy hacer. Pero si el próximo año – dije en voz baja.
- ¿Bueno y para cuando esta la cena? – dijo Tom para cambiar de conversación.
- En un minuto va estar lista.
- Hey Dani
- ¿Qué?
- ¿Que va a cocinar tu madre?
- Supongo que su famoso pollo frito con arroz y salsa
- Mmm... suena delicioso.
- Que bueno que pienses así. Pero no te preocupes siempre esta el plan “P”
- ¿El plan “P”?
- Si, Pedir Pizza a la Pizzería.
- Aja. –dijo sorprendido
- Iré por el teléfono y el número del delivery.
- Esta bien, te espero aquí.


Llame a la pizzería y me la trajeron antes de que mi madre terminara de cocinar, escondí la pizza y me senté en la mesa.

Mi mama me pidió ayuda con la mesa así que la ayude contenta de que no comería su comida. ¡Termine! –dije muy alegre y me fui hacia mi cuarto.

- mmm... ¿no sabes lo que significa warning?
- Si, significa peligro en español
- Aja, eso significa que te tienes que ir de mi cuarto
- Solo miraba el desorden –dijo señalando la montaña de ropa sucia, los CD tirados, las zapatillas fuera de su lugar, y la notebook tirada debajo de mi cama.
- ¡Eso no te incumbe! –dije furiosa
- Solo miraba. Solo eso
- De acuerdo… ya viste y ya te fuiste
- Esta bien. Ya me voy

Cerré la puerta de un portazo y escuche un golpe proveniente de mi balcón. Decidí mirar a ver quien era.
Me detuve a mirar y contemple esa cara angelical que tenía y le abrí la puerta del balcón y le dije:

- ¿Qué haces tú aquí?
- Nada, solo pase a visitar
- Si, claro –dije con gran sarcasmo
- Tienes razón, no sirvo para mentir en especial ahora
- ¿ahora? –dije sorprendida
- Si, exacto
- ¿Y en que me mientes?
- En que… no te queda nada bien ese atuendo.
- ¡Ya cállate! –dije furiosa
- Era broma. Te ves linda. –me sonroje a escuchar la palabra “linda”, jamás me hubiese esperado eso de el.
- Eres un terrible mentiroso
- Es verdad, te ves bastante linda
- Enserio, ya cierra tu boca –ya me estaba preocupando de que el me digiera “linda”.
- De acuerdo. –y por fin se callo.
- Ya era hora de que cerraras el pico de una buena vez.
- Solo vine a pedirte el CD de James Blunt.
- ¿y para que lo quieres?
- Asunto mío. No te incumbe. ¿ok? -dijo algo enojado
- Vamos dime, yo te digo todo –dije haciendo cara de perrito arrepentido.
- De acuerdo elegiré un tema, ¿Cuál crees que sea el mas bonito para “una chica”? –me pregunto… ¿para quien será?
- ¿una chica?
- Si, es que ahora va a ir a la escuela la amiga de mi prima, así que…
- ¿te gusta? ¿de verdad? ¿tu? ¿enamorado?
- Es mi vida, hago lo que quiero. –dijo subiendo su tono de voz
- Tranquilo San Valentín.
- Ya, ahora eres tu la que debe cerrar la boca. –dijo furioso
- Ok
- Debo irme, ¡adiós catrasca! –dijo riéndose.
- Adiós te veré mañana en el cole.
- De hecho nos vemos todos los días, ya que somos…
- ¿vecinos? –dije terminando su frase.
- Si exacto.
- Adiós Dani – me saludo con un beso en la mejilla y se fue por el balcón.


Me quede pensando en esa plática hasta que mi madre me llamo desde abajo para cenar. Saque la pizza desde su escondite y la lleve a la mesa.

- Listo la cena esta…
- ¿Lista? –dije terminando la frase de mi madre que siempre dice antes de cenar.
- No, esta vez no, nada de pizza, hoy no –dijo furiosa
- Tu estate tranquila deja a la niña. No te enojes con la baby -dijo Tom burlándome.
- ¿bebe? ¿yo? ¿disculpa?
- Si, exacto, B-E-B-E. Te comportas como tal.
- No es cierto. Tu eres un bebe y además no tienes derecho para tratarme como tal en mi propia casa –le grite tan furiosa que me quede sin aliento.
- Bueno ya que el “bebe” no quiere que este en su casa me iré. – Sin darme cuenta Tom ya estaba saliendo por la puerta y mi mama pisándole los talones, creí que era broma lo que había dicho de mí y todo lo demás, pero era cierto, no mentía, me estaba diciendo “bebe”.

Salí corriendo hacia mi cuarto donde apresuradamente subí el volumen de mi I Pod. Y luego de que la casa volviera estar en perfecto orden, decidí empezar a tocar la guitarra y a componer una canción. No sabia exactamente de que se iba a tratar el tema, pensé en algo lento, pero nada me salio, intente con algo rápido pero me salio peor que escuchar los gritos de una película de terror.
Lo único que logre escribir fue una canción lenta que no me gustaba para nada, aunque sonaba muy bien.




Through the tears
i can say what I feel
All the pain in me
Breaking me

CHORUS
Thinking in what could be
Thinking in what we lived one day
Thinking in all those beautiful promises
That one day you did to me
Suddenly everything disappear
Suddenly everything change
Suddenly you was not there
Suddenly my heart is breaking
By the words that you said with so much ager

One day you break all my hopes
Leaving me alone with the memory
Of what a day was
And now im just here
Imagining and dreaming all what you
Made me feel

And now i can only
Thank you for teach me
What the word love is.


Que traducido al español seria: A través de los rasgones
Puedo decirte como me siento
Todo el dolor en mí puede
Romperme


ESTRIBILLO
Pensemos en qué podría ser
Pensemos en lo que vivimos un día
Pensemos en todas esas promesas hermosas
Ese día tú hiciste en mí
todo desaparecer repentinamente
y de la nada todo cambio

Tu no estabas nunca allí, nunca estabas cerca de mi.
Mi corazón se está rompiendo repentinamente
por esas palabras que tu me dijiste a mi
Un día tú rompiste todas mis esperanzas
Dejándome solo con la memoria
Destrozada y ahora no me queda nada
Ni el imaginarse ni el soñar, porque todo te lo deje a ti
Hecho muchas cosas peno nunca volveré a estar junto a ti.

Y ahora se que lo que me ensañaste
Fue solo para decirte gracias
Pero gracias por amarme tanto,
Tanto como yo a ti.
Lo que yo quería era que me digas un te amo.



Lo único que me hacia bien en esos momentos era un fuerte abrazo o un caluroso beso de los que ya nadie te da.

Creí que solo era una ilusión pero no fue así, Nico otra vez estaba en el balcón golpeándome las ventanas para poder entrar, supuse que era para devolverme el CD, pero me devolvió una sonrisa y un beso en la mejilla, nunca me hubiese esperado eso pero sucedió así. Intente llevar una conversación pero ni eso podía hacer.

- ¿Pasa algo Dani? –pregunto preocupado, como si de verdad le importara lo que a mi me pasaba en esos momentos.
- No, nada, estoy bien –mentí pero…hasta la mentira me salio fatal.
- Eres una pésima actriz, no sabes mentir, al menos en lago coincidimos ¿no? –dijo feliz de saber que teníamos algo en común. Hasta yo lo había pensado.
- ¡Aja! Hasta para descubrir mentiras eres perfecto. –mi voz sonó algo mas dulce de lo normal. Pero lo que me llamo la atención fue que mi afirmación lo hizo ruborizarse.
- No tan bueno como tú, eres… bastante buena. –me sorprendió su amabilidad
- ¿y a que se debe tanta amabilidad?
- Tengo que ser cortés con la chica que mas quiero – acaso me volví loca o me pareció escuchar que había dicho ¿la chica que más quiero?

martes, 7 de abril de 2009


El Funeral:

Fui a la cafetería para almorzar con Carla, Nico, y su hermano Facundo para descansar de lo sucedido con la señora Banner. Luego de la escuela seria el velatorio, pensé en el momento se su muerte que me hizo pensar en el rostro de mi madre al enterarse de que su futuro esposo había muerto. Jamás me había detenido a pensar que hubiese pasado si mi padre estuviera vivo. Supongo que haríamos lo que nunca pude hacer con mi madre a causa de que tenía que ocuparse de mí y de su trabajo, ya que mis abuelos habían fallecido y no habían hecho ningún testamento. Mi mama comenzó a trabajar una vez que se graduó de la universidad. Comenzó buscando empleo en unas empresas de muy poco éxito que la llevaron a trabajar a España, Italia, New Jersey, Venecia, Arizona y New York.
Mientras me quedaba pensativa mis ojos se dieron cuenta de que una persona de ojos tornando a dorado, pelo rubio y buen mozo me estaban mirando, era el mismo chico al cual ya había visto en la clase del señor Scott. Se levanto y camino hacia mi y sonrío. Intente que mis mejillas no se pusieran rojas o que levantara fiebre. Soltó una pequeña risa burlona y dijo:

- Tienes una terrible mancha en tu blusa –mire mi blusa y era cierto, tenia una gran mancha de chocolate, que ni siquiera sabia como se había hecho esa mancha.
- ¡O no puede ser! –me queje de modo que toda la escuela pudiera oírme.
- No te preocupes, no saldrá tan fácil, ¡ja! –se río de modo que todos pudieran escuchar.
- Disculpa a Hernán el es… algo torpe para decir las cosas delicadamente –dijo mi amigo Nicolás que precisamente el tampoco decía las cosas con cuidado.
- ¡Tú no eres el indicado para hablar de esto! –dije casi gritando.
- No era para que te enojaras, y además ya sabes que lo que digo no es nada más que la verdad.
- Si yo también soy muy sincero –dijo Hernán espetando una sonrisa.
- Ambos deberían callarse –grito Carla enojada
- Gracias Carla –le dije muy aliviada, ya que pensaba que ambos me dejarían de fastidiar.
- No lo decía por eso, si no porque allí esta el director. –Se asusto al mencionar la palabra director.

Cuando reaccione decidí mirar hacia atrás, allí estaba el director, un señor joven de ojos marrones claros, tornando al dorado, con un traje de Channel y una corbata rayada, combinados con unos zapatos de cuero negro que resaltaba muy bien en su traje.

- ¡Buenos días chicos… y chicas!
- ¿Cómo le va? –Dijo Nicolás como si fuera un amigo más.
- No me puedo quejar, ya que tengo salud, trabajo, esposa, 2 hijos maravillosos y un buen salario. –se rió al mencionar el salario.
- ¿trabajando mucho o durmiendo en el trabajo? –Hernán se rió al decirlo.
- Ambas cosas ¡jaja! –Lo mire maravillada era la primera vez que veía un director tan bueno como el.
- Disculpa… ¿Tú no eres Daniela?
- Pues si. –lo mire con los ojos redondos como platos.
- ¿Medina? ¿Cierto?
- Si, si.
- Tu madre tenia razón eres una chica muy bonita –me sonroje al oír la palabra “bonita”. ¿Acaso mi intrépida madre ya le había contado toda mi vida al director?
- ¿Conoce a mi madre?
- Pero por supuesto, ¿como no voy a conocerla? ¿no me vas a decir que ya te olvidaste de mi? Vamos Dani. ¿No me digas que ya te olvidaste de tu padrino?
- ¿Padrino? – ¿Me había vuelto loca? ¿Mi padrino? ¿Mi padrino era mi director? No podía ser cierto. Era obra de mi pobre y loca imaginación. Trate de acordarme de su nombre, ¿Ramón? ¿Roberto? ¿Ricardo? ¿Raúl? ¿Ramiro?, pero no logre acordarme de su nombre.
- Por si no te acuerdas, que de aseguro estoy en lo cierto me llamo Tom – Ni Raúl, ni Robert, ni Ricardo, ni Ramón, ni siquiera Ramiro. ¿Como pude olvidarme de mi padrino?
- Sabes Dani: ahora tengo mucho trabajo y si me quedo pensaran que eres mí preferida, así que luego pasare por tu casa dile a tu madre que ponga un plato más en la mesa que iré a comer ¡sus famosas y deliciosas comidas!
- Nos vemos, en casa
- Adiós Dani. Saludos Chicos… ¡Y chicas!


Cuando terminamos de almorzar me dirigí a la próxima clase matemática. De todas las materias matemática es la peor que hay. Aunque debo decir que soy bastante buena con los números y todo lo que fuera lógica.
Me senté al lado del hermano de Nico, Facu. Quien como su hermano me recibió del mismo modo:

- ¿Nos encontramos de nuevo catrasca?
- Por mala suerte si
- No te ofendas pero seria mejor que te quites la blusa, todos se están riendo de ti.
- Silencio – Dijo una vos fuerte y masculina, era el profesor Mc Gonaal.

Luego de un rato dio un discurso de cómo seria el comportamiento en su clase, mas tarde una vez terminado su discurso copio en todo el pizarrón y cuando termino lo borro absolutamente todo. Facu fue muy amable en terminar de pasarme lo problemas, ya que el tiene una mano rápida para escribir. Mc Gonaal termino de mirarnos a tos y comenzó a dictar mas de 100.000.000 de palabras mas sus definiciones, cuando termine de escribir el profesor me miro y me dijo:


- Pero si no es nada mas ni nada menos que la señorita Medina, Daniela Medina. – Dijo como si nos conociéramos de toda la vida.
- Si, veo que ya todos me conocen.
- De hecho soy el hermano de tu padrino, soy Juan Mc Gonaal ¿te acuerdas de mi? ¿Cuánto de apuesto a que no te acuerdas? –lo bueno de esa conversación era que el no había mencionada a el director Tom como mi padrino.
- Pues tú ganas la apuesta, no me acuerdo de absolutamente nada – Juan sonrió tan grande que me hizo recordar a esas sonrisas que mi mama me regala con tanto cariño y que a mi tanto me gustan.
- Bueno yo seguiré dando mi clase mientras tu copias, escribes, hablas, sonríes, disimulas y todo eso que haces mientras que concentras en los números. –todos se quedaron mirando como si fuera la atracción principal de todos en el salón.

Una vez que Mc Gonaal termino de dar su clase todos fuimos a velar a la ex profesora Banner. Vinieron algunos familiares, el cura y bueno, todos los que suelen venir a un funeral.
El cura leyó un discurso mientras la hermana de Banner quiso leer una palabras que ella había misma escrito.

Querida hermana Elsa:
No fuiste una gran hermana, ni una gran amiga, tampoco una excelente profesora y menos una persona que creía que podía adelgazar, pero después de todo esto te queremos tanto y te apreciamos demasiado para que nos dejes aquí mientras tu te vas al cielo o como tu siempre dijiste el cielo para obesos. Por eso hermana mía te despedimos con este velorio en tu preciado colegio. Te despido hasta siempre.

Me sorprendieron las palabras que dijo su hermana, me fui con Carla, Nico, y Facu para reírnos un rato de las palabras que uso en su discurso.
La despedimos cantando el himno de los EE.UU. y nos marchamos con una marcha fúnebre.
Fue algo decadente para ser el primer día de escuela, tropiezo, se muere una profesora, me encuentro con mi padrino que resulta ser mi director y aun peor su hermano también es mi profesor de matemáticas. Que eso lo hace escalofriante.


Salí de la escuela y me crucé con Esteban, como estaba tan apurada por llegar a mi casa lo evite.
Subí a mi auto lo mas rápido que pude y acelere tan rápido que casi me multan, por suerte ya había bajado la velocidad a 40 kilómetros por hora.

Salí del auto y en la puerta me esperaba mi introvertida madre, con una gran satisfacción de saber que ya estaba en casa como le había dicho. Sin un rasguño, ni muestra de golpe que demostrara lo contrario.
Puse la alarma al auto y salude desde lejos a mi madre.